McLaren W1 – ‘One Vision’, Episodio 3
«El W1 supera todos los límites de la aerodinámica en coches de calle»
Aires de cambio
El tercer episodio de la serie ‘One Vision’ aporta un soplo de aire fresco a la historia de cómo hemos creado una aerodinámica totalmente pionera para el McLaren W1. El protagonista de este vídeo es Robin Algoo, ingeniero de aerodinámica avanzada, pieza clave en la revolución del flujo de aire del coche. El W1 se inspira en la competición para generar gran parte de su carga aerodinámica gracias al efecto suelo, igual que el McLaren MCL38 de Fórmula 1. «Supera todos los límites», explica Robin. «El equipo ha llevado al máximo sus capacidades para lograr numerosas innovaciones no solo para McLaren, sino para todo el sector automovilístico».
Antes de incorporarse a McLaren en 2016, Robin trabajó como ingeniero aerodinámico en la categoría más vanguardista del automovilismo: la Fórmula 1™. Desde que entró en Woking, su principal responsabilidad ha sido desarrollar los atributos aerodinámicos clave de los coches de la serie Ultimate, en concreto, el McLaren Senna, el Senna GTR y el Speedtail, cuya velocidad máxima de 403 km/h ha batido récords. Sin embargo, el trabajo que ha hecho con el W1 supone un salto sin precedentes.
«Hemos afrontado desafíos en cada aspecto del coche», revela. «Es, con gran diferencia, el trabajo de ingeniería más exigente en el que he participado».
Robin Algoo
Ingeniero de aerodinámica avanzada
Robin explica cómo su equipo tomó la valiente decisión de prescindir de un alerón trasero alto para generar carga aerodinámica trasera. En su lugar, diseñaron el W1 como un coche de efecto suelo completo. Este concepto se sustenta en el monocasco de fibra de carbono McLaren Aerocell, que canaliza toda la aerodinámica de los bajos y genera un flujo de aire de alta energía bajo el coche, ofreciendo un control aerodinámico propio de la F1™.
«Para dar forma a la carrocería, hemos elevado la zona de los pies, estrechado la cintura y colocado las bisagras de las puertas en el techo», añade Robin.
Tecnología de la Fórmula 1™
Lo que parece un simple conducto de frenos en el McLaren W1 cumple una función mucho más compleja que la de refrigerar discos y pinzas. De hecho, estos conductos trabajan en conjunto con el Aerocell para controlar el flujo de aire alrededor de los neumáticos, generar carga aerodinámica y proporcionar aire limpio a los radiadores traseros y al difusor. «Uno de los retos a los que se enfrenta cualquier ingeniero de aerodinámica es gestionar el flujo de aire alrededor de las ruedas», explica Robin. «De forma similar al efecto de los deflectores en un monoplaza de F1™, gracias al Aerocell generamos un flujo de aire hacia afuera bajo la carrocería, elevando la aerodinámica de las ruedas a un nivel completamente nuevo».
Dado el enorme potencial del efecto suelo del W1, resultaba lógico situar el alerón trasero más atrás. En el modo Race, el sistema Active Longtail se desplaza 300 mm, mientras que todo el coche se baja, generando cinco veces más carga aerodinámica que en el modo de conducción normal. «El sistema Active Longtail actúa como una extensión del difusor y los bajos, ampliándolos en un 20 %», aclara Robin.
Impulso hacia delante
El W1 compensa con ingenio la ausencia de un gran alerón trasero gracias a un sofisticado sistema de aerodinámica activa delantera. Esta gran superficie móvil permite regular la cantidad de flujo de aire que pasa bajo el suelo del coche y optimizar su equilibrio aerodinámico en circuito. El W1 no solo está perfectamente equilibrado en recta, sino que también mantiene su estabilidad en frenadas y curvas.