
El McLaren 12C fue desarrollado por un equipo de primer nivel compuesto por diseñadores e ingenieros que tenían experiencia con hiperdeportivos y que habían trabajado en Grandes Premios. Este fue el primer McLaren de producción en serie que utilizaba un chasis Monocell de fibra de carbono de una pieza, cuyas principales virtudes son su elevadísima resistencia y un peso sorprendentemente bajo. Aunque los equipos de McLaren necesitaron nada menos que 4.000 horas para fabricar un único chasis de fibra de carbono para el McLaren F1, dos décadas después fuimos capaces de producir el Monocell del 12C en solo cuatro horas.
Además, el McLaren 12C también heredó tecnologías digitales de nuestro equipo de competición. Un ejemplo es la frenada simétrica, que se utilizó por primera vez en el MP4-13 que ganó el Campeonato de Formula 1™. Esta tecnología modifica la tracción para minimizar el subviraje en las curvas y controlar el sobreviraje al recorrer curvas a gran velocidad. De hecho, trajo tan buenos resultados que fue inmediatamente prohibida por la ventaja que daba a los coches que la utilizaban.
Cada línea, superficie y detalle en nuestro primer coche de calle desde el legendario McLaren F1 se diseñó para mejorar las prestaciones y las emociones al volante. El resultado fue una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 3,1 segundos.
Se dedicaron cientos de horas a aplicar la dinámica de fluidos computacional avanzada y se realizaron pruebas en un túnel aerodinámico durante semanas. Pero, sobre todo, se trabajó con una entrega obsesiva para perfeccionar la silueta del McLaren 12C. Este coche es una obra de arte aerodinámica de enorme belleza tecnológica, donde priman las prestaciones.

