Episodio 1 de ‘One Vision’ del W1
Historias de innovación
«¿Cómo demonios vamos a conseguirlo?»
La serie ‘One Vision’ relata las historias personales de quienes han desarrollado el McLaren W1. Cuentan logros que han llevado a la cúspide muchas carreras profesionales. Y narran cómo los propios ingenieros y diseñadores que han trabajado en el W1 han quedado maravillados con su creación. El protagonista del Episodio 1 es Andy Sylvester-Thorne, jefe del departamento de carrocerías de McLaren Automotive. Su equipo fue el encargado de desarrollar una versión exclusiva y ultraligera de McLaren Aerocell, el monocasco de fibra de carbono más avanzado que la marca ha hecho en su historia.
Andy lleva más de 20 años trabajando con McLaren. Y, en este periodo, ha colaborado en el desarrollo del Monocell de carbono original para el 12C, para más tarde trabajar en superdeportivos icónicos como el McLaren P1™, el Senna y el Speedtail. «Uno de los motivos por los que llevo tanto tiempo en McLaren es el desafío de conseguir lo que es casi imposible», revela Andy. El último de esos desafíos «imposibles» consistió en lograr que el W1 fuera más rápido y más potente, con una aerodinámica mejor que la de cualquier otro coche de calle creado por McLaren hasta la fecha.
Andy Sylvester-Thorne
Jefe de carrocerías
Para lograr los ambiciosos objetivos de este proyecto, se optó por fijar los asientos. Una decisión que fue fundamental para ahorrar espacio y peso. El asiento deslizable convencional permitió tener en cuenta las posiciones del conductor a la hora de definir: la altura del espacio interior, la visibilidad del pilar A y las posiciones de los retrovisores. Al fijar la posición del conductor y —como consecuencia— al mover la caja de pedales, se consiguió que el interior del Aerocell fuera más compacto. Además, se redujo la longitud y el peso de la estructura. Otra ventaja es que se ha mejorado la percepción de espacio y confort, ofreciendo una experiencia más emocionante para el conductor y su acompañante.
Peso ultraligero
Para elaborar el nuevo Aerocell del W1, se ha empleado una técnica de fabricación altamente especializada inspirada en la Formula 1™. Es un proceso que requiere mucho tiempo y que suele usarse casi exclusivamente en el mundo del deporte en producciones muy limitadas. Andy y su equipo apostaron por usar esta técnica, en la que se trabaja con láminas de carbono ultraligero preimpregnadas con resina (los llamados «prepregs») y colocadas a mano. Este exclusivo método para reducir el peso permite adaptar las capas de fibra de carbono para darle al W1 una mejor relación resistencia-peso, y unas mayores prestaciones.
Al equipo de Andy se le dio un lienzo en blanco sobre el que trabajar, abriendo la posibilidad de integrar en el Aerocell más sistemas que nunca. Un ejemplo de estos sistemas es la suspensión delantera que el W1 ha tomado prestada de la Formula 1™. En este caso, está directamente atornillada en la célula de carbono, una novedad en McLaren Automotive. Con este avance, la estructura de la carrocería del W1 gana rigidez, a la vez que reduce su peso. El resultado es el monocasco más ligero que hemos hecho en toda nuestra historia para un superdeportivo.
La filosofía de McLaren
Todos los ingenieros y diseñadores que participan en ‘One Vision’ están de acuerdo en que el nuevo W1 se atreve a dar un paso más en casi todos los aspectos. Y es que se ha aplicado la misma filosofía de McLaren, que ha marcado la concepción de superdeportivos como el Artura, el 750S y el GTS. Se resume en un deseo insaciable de seguir elevando las prestaciones, tomando como ejemplo nuestra trayectoria en competición. El W1 plasma perfectamente esta forma de pensar. Por eso, Andy y su equipo se enfrentaron a una pregunta irremediable: «¿Cómo demonios vamos a conseguirlo?». La respuesta consistió en superar todos los límites para lograr lo extraordinario.