Sin embargo, la conexión sensorial del 750S no termina con esta sinfonía asombrosa, ya que su diseño materializa también una respuesta física. Para ello, se han elaborado unos soportes del motor con diferentes materiales y varios grados de rigidez de los compuestos que controlan al máximo cuándo y cómo siente el conductor el pulso del M840T.
Se ha ajustado el arranque para que genere una respuesta mecánica que crea una conexión física con el motor y despierta los sentidos desde un primer momento. A altas velocidades, esa sensación se intensifica. Y cuando alcanza altas revoluciones, esa respuesta mecánica vuelve a manifestarse para agudizar la atención y la inmersión.
«El verdadero mérito está en conseguir la conexión con el coche justo cuando es más placentera», explica el director de productos, Max Hunt. «Así que cuando pisas el acelerador y se disparan las revoluciones, quieres sentir esa sensación en su totalidad. Ese momento te pide una conexión clara y directa de lo que ocurre detrás de ti».