We don't break the rules. We make them
Fibra de carbono. Freno direccional. Potencia híbrida. Nos sentimos cómodos abriendo nuevos caminos. Pero ¿por qué reinventar la rueda? Mientras que otros fabricantes han adoptado la dirección completamente eléctrica, nosotros seguimos con los sistemas hidráulicos… simplemente porque todavía no hay nada mejor. Por la sensación. Por la respuesta. Por la experiencia del conductor. Innovar no significa cambiar por cambiar. Se trata de hacer las cosas mejor, no solo hacerlas de otra forma. En nuestra opinión, todo se reduce al lema de McLaren: todo tiene que tener su razón de ser.
La idea del McLaren Speedtail era sencilla: crear el coche más rápido jamás diseñado. Era un objetivo que pedía lo máximo en cuanto a diseño aerodinámico de baja resistencia. Eso suponía deshacerse de los retrovisores exteriores. Y en su lugar utilizar cámaras. Carenar las llantas delanteras con fibra de carbono. Y, por primera vez en la industria automotriz, diseñar una carrocería que se curvara en la parte posterior. Añadir carga aerodinámica cuando la necesites. Y reducir la resistencia cuando no. ¿El resultado? Un coche tan puramente aerodinámico que lo podrían haber creado la propia naturaleza.
El problema: veíamos una forma de mejorar nuestro proceso de diseño, pero la tecnología necesaria no existía. La solución: nosotros la inventamos. Durante años, hemos sido pioneros en el uso de realidad virtual (VR) en nuestro estudio de diseño. Pero lo llevamos un poco más allá, creando un sistema que permitiera a nuestros diseñadores traducir sus ideas en modelos virtuales de forma intuitiva, rápida y con un realismo sin precedentes. Implicó un poco de pensamiento lateral. Y asociarse con un desarrollador de videojuegos para producir el software. Pero era un problema que merecía la pena resolver.
Interiores. Trajes de baño. Implantes coronarios. El equipo de expertos en color y materiales de McLaren ha diseñado todo eso. Su amplia experiencia es un gran activo. Y les permite mirar más allá de lo obvio. Así que de nuestros coches puedes esperar lo inesperado. Piensa, por ejemplo, en el intrincado tejido de fibra de carbono del McLaren Speedtail. Su trama increíblemente fina supone que se tiene que fabricar utilizando un telar de jacquard tradicional, una técnica presente habitualmente en el mundo de la alta costura. No en el diseño automotriz. Porque nada nuevo surge de las antiguas formas de pensamiento.