Hace diez años, el 675LT marcó un antes y un después en McLaren. El Longtail es un coche de carreras inspirado en el legendario F1 de 1997. El nuevo LT de producción en serie no se limitaba a ofrecer una conducción emocionante, y es que su irrupción estaba destinada a revolucionar toda la filosofía de McLaren.
Aumentaba las prestaciones, era más ligero de peso, ofrecía una maniobrabilidad más precisa y mejoraba la aerodinámica. Y de la suma de todas estas innovaciones resultaban unas emociones más intensas al volante. La forma en que el 675LT fusionó una precisión absoluta con unas sensaciones más vivas, una respuesta increíble y unas prestaciones extremas superó cualquier expectativa.
Jamie Corstorphine, director de planificación de productos, redactó las instrucciones de cómo tenía que ser el 675LT. «Cuando lanzamos el 12C en el 2011, los superdeportivos que estábamos haciendo ya eran rápidos y potentes», recuerda Jamie. «Queríamos que el LT sobrepasara los límites y tuviera una respuesta más inmediata. Y también decidimos darle una personalidad adictiva que creara una conexión emocional más fuerte con los conductores».
Lo aprendido con el McLaren P1 y el 650S fue determinante en este sentido, como indica Antonio González, director de dinámica de vehículos: «Habíamos aprendido muchísimo de esos modelos, pero sabíamos que todavía podíamos crear algo visceral y emocionante que estuviera a medio camino entre los dos».












