Diez años del LT
En el décimo aniversario del LT, queremos rendir tributo a la pasión de nuestros clientes del LT
No son muchos los que pueden presumir de tener un LT. Y es que sus modelos (675, 600 y 765LT, en su versión coupé y Spider) se lanzaron en ediciones de producción muy limitada. Sin embargo, el impacto que la denominación LT ha tenido en McLaren ha sido de una enorme magnitud. Y, en gran parte, es gracias a los pocos miles de propietarios de este modelo y a su gran pasión.
Porque no solo les gustan sus coches. Están enamorados de ellos. Y en la última década, han demostrado una y otra vez su total fervor y su compromiso con la familia McLaren, y prueba de ello es que siempre están dispuestos a participar en cualquier evento. Jornadas en circuitos, experiencias de conducción, personalización con MSO o eventos en distribuidores... Los propietarios del LT tienen una fuerte conexión con sus coches y disfrutan con ellos en cada ocasión que se les presenta. La relación que ha nacido entre los propietarios del LT y los distribuidores y los ingenieros de McLaren ha influido en la propia empresa y en los productos hasta el día de hoy.
Veamos como ejemplo este propietario: Qais Sedki es un escritor de Dubái, propietario de una tienda de juguetes y cliente de McLaren. Ilustra perfectamente la forma de pensar de los clientes del LT. Encargó su coche, el 765LT Spider, con numerosas personalizaciones que materializó McLaren Special Operations. Entre ellas, un color amarillo exclusivo, un juego de ruedas asimétricas (negras en un lado y plateadas en otro) y un capó elaborado totalmente de carbono.
Y, aunque ya lleva unos años conduciéndolo, Qais no deja de sorprenderse con el espíritu salvaje de su LT. «A decir verdad, es un coche que intimida», reconoce. «El LT siempre me recuerda lo limitadas que son mis capacidades en pista, pero también me anima a mejorar. Sería una pena que lo condujera alguien que no quisiera superarse, ya que el coche ofrece muchas más capacidades de las que yo jamás podré tener. De hecho, ahora estoy pensando en instalar un simulador de carreras en casa para mejorar mis habilidades y aprovechar aún más todo su poderío. Además, disfruto de copiloto cuando lo conducen otras personas más expertas, porque así veo cómo logran sacar aún más todo su potencial. Aprendo mucho así».
Son muchos los clientes a los que les gusta sacar su coche también a la carretera. Por eso, aunque son poquísimos los modelos LT, casi ninguno se queda acumulando polvo en colecciones privadas.
Qais Sedki
propietario del 765LT Spider
«El 765LT también sorprende por su usabilidad fuera de la pista. De hecho, lo suelo conducir en lugares muy diferentes», apunta Qais. «Hace no mucho me lo llevé de viaje por Omán con mi mujer. Y pudimos llevar bastante equipaje. Viajamos con todo el confort, ¡pese a los asientos de butaca Senna!».
Así que la experiencia de tener un LT ha dado numerosas satisfacciones a muchos clientes estos últimos diez años. Son coches que atraen todas las miradas. Coches que dicen mucho de sus propietarios. Y coches que reconocen al instante otros apasionados del motor.
«Los modelos LT tienen motivos de sobra para ser los modelos más codiciados de McLaren», afirma Qais. «Lo único que no te dicen es que un coche así viene con su propia personalidad, que escapa a la propia experiencia de propietario. Hace poco, mi club de automóviles organizó una exposición con nuestros coches en la Dubai Opera House. Me encontré con un niño que me describió con todo lujo de detalles cómo era mi coche: ¡sabía casi tanto como yo! Creo que esa es precisamente la seña de cualquier obra maestra de ingeniería: máquinas atemporales que nunca terminan de emocionarte y asombrarte».
Al igual que muchos otros clientes, Qais ha creado un vínculo inseparable con su LT.
«Jamás venderé mi 765LT», apunta Qais. «Gracias al trabajo de MSO, mi coche es una versión personal, totalmente única. Y, aun así, es 100% un LT».