HISTORIA DEL LONGTAIL

Ahora que se acerca el décimo aniversario del McLaren LT, queremos recordar el coche que lo inspiró: el F1 GTR Longtail de 1997.

El Longtail fue la evolución definitiva del F1 GTR, el modelo que le dio la victoria a McLaren en Le Mans. Pero también sirvió de inspiración del coche de calle 675LT, el cual cumple ahora su décimo aniversario en 2025.

Para conocer la historia de estos dos coches, nadie mejor que Chris Goodwin, el piloto del F1 GTR Longtail de 1997 y posteriormente conductor de pruebas jefe de McLaren Automotive entre 1999 y 2017.

«La primera vez que me puse al volante de un Longtail fue en una prueba en el Circuito de Magny-Cours en febrero de 1997», recuerda Goodwin, que pese a estar jubilado, se mantiene bastante activo.

Había muchísimas expectativas para la temporada de 1997, ya que McLaren había ganado Le Mans en su debut dos años antes. Pero las cosas habían cambiado desde entonces. Mientras que el F1 GTR era un superdeportivo de calle modificado para la pista, otros fabricantes estaban elaborando coches especialmente para carreras y luego los convertían (en pequeñas cantidades) en versiones de calle.

Así que McLaren planteó una evolución del F1 GTR para 1996. Sin embargo, necesitaba un cambio más radical para 1997. Como resultado, se desarrolló una nueva carrocería que alargaba el spoiler trasero, se redujo la cilindrada del V12 a 6.0 litros y se sustituyó la caja de cambios por una transmisión secuencial de seis velocidades. Se produjeron diez Longtails junto con tres versiones de calle.

El nuevo coche demostró enseguida su rapidez. «Ganamos la primera vez que competimos en el campeonato GT británico y, además, el coche era sencillamente espectacular», explica con admiración Goodwin. «No había conducido los coches de las temporadas 95 y 96, pero los pude probar hace poco. Y puedo decir que el Longtail supone una evolución radical. Mientras que los modelos GTR anteriores hay que conducirlos dentro de sus limitaciones y con más delicadeza, el Longtail te permite una conducción más agresiva, así que se puede frenar más bruscamente y ponerlo a toda máquina en un segundo. Y, claro, así es como se recorta tiempo en una vuelta».

El Longtail consiguió ganar cinco rondas del campeonato GT de la FIA, pero la temporada de 1997 llegó a su momento más decisivo en Le Mans, donde participaron seis modelos F1 GTR. Goodwin y sus compañeros John Nielsen y Thomas Bscher lograron un ritmo con opciones de victoria, pero un incendio antes de la carrera dio al traste con sus posibilidades. Cuando el segundo coche del equipo se retiró de la carrera en la fase final, pareció que el destino se estaba confabulando contra McLaren ese año. Por suerte, el tercer coche de Gulf Team Davidoff, con el número 41 de Anders Olofsson, Pierre-Henri Raphanel y Jean-Marc Gounon, acabó primero en su clase y segundo en la general. Otro McLaren, que participaba con BMW Motorsport, se subió al podio en el tercer puesto.

Posteriormente, McLaren dejó de desarrollar el Longtail, y Goodwin empezó a trabajar como conductor de pruebas jefe de los coches de calle de McLaren y ayudó a desarrollar el 675LT.

Este modelo, que se presentó en marzo de 2015, tomó como punto de partida el McLaren 650S y resultó ser una versión más ligera, más rápida y más precisa. «La realidad es que para transformar el 650S en el 675LT seguimos la misma ruta que nos llevó del F1 GTR al Longtail», reconoce Goodwin. «Cambiamos la suspensión, dimos mayor respuesta a la dirección, ajustamos la aerodinámica y le dimos mayor agresividad al tren motriz. El Longtail original acabó siendo ante todo un coche de carreras, y el 675LT acabó siendo ante todo un coche de calle enfocado a la pista».

Se volvió a repetir el mismo proceso para el 600LT y el 765LT en el 2018 y el 2020 respectivamente. Resultaron ser coches con un enorme impacto, no solo en la historia del LT, sino para la marca McLaren en general. Los ingenieros del LT se propusieron desarrollar superdeportivos más extremos, así que innovaron con nuevas formas de trabajar y concibieron nuevas soluciones que se podían aplicar a toda la gama. Por ejemplo, la suspensión delantera del 600LT sirvió para diseñar la del Artura. Y lo que se aprendió con el 765LT se aplicó más tarde al 750S, creando un superdeportivo «con lo mejor de dos mundos», es decir, más ligero, más potente y más conectado, pero, a su vez, práctico para una conducción rutinaria. La pureza con un sentido práctico del nuevo W1 también encarna ese enfoque inspirado en la competición.

Aunque solo compitió una temporada completa, el legado del icónico F1 GTR Longtail ha dejado una huella imborrable en el tiempo.

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